Esferas de todos los tamaños distribuidas de forma aparentemente aleatoria. Nadie sabe quien las hizo ni el motivo. Pero lo cierto es que ahí están, las esferas de Costa Rica, como observadoras silenciosas del paso del tiempo.
Corría la década de los treinta y la United Fruit Company buscaba tierras para plantar bananas en Costa Rica. Ya que habían tenido problemas del lado atlántico, decidieron probar suerte en el lado pacifico del país. Así fue como llegaron a El Golfito.
Las esferas comenzaron a aparecer en el momento que la compañía empezó a quemar sectores del terreno para preparar las plantaciones. En un principio no se le dio mayor importancia. Solo comenzaron a dinamitarlas pensando que al haber sido hechas por el hombre, podrían contener oro dentro. Paso un tiempo hasta que las autoridades intervinieron y terminaron con esa salvajada.
Las medidas de las rocas van desde los pocos centímetro hasta superar los 2 metros de diámetro, y por consiguiente, desde los pocos gramos hasta llegar las 16 toneladas de peso.
Lo cierto es que poco se sabe de su origen. Se cree que pudieron haber sido hechas por la tribu Chebchu que habitaba ese lugar, pero se desconocen los motivos. El investigador Michael O’Reilly sostiene que pudieron haber sido usadas como mapa celeste para orientación o con fines ceremoniales.
Mucho se ha hablado y escrito al respecto pero por el momento no se sabe nada al respecto de estas esferas. Solo hay suposiciones y conjeturas, pero ninguna evidencia que las pruebe. Hay quien dice que son obsequios de seres de otro planeta o legados del continente perdido de La Atlantida.
¿Lo sabremos algún día?